En la desembocadura del río Maipo, un grupo de científicos y estudiantes ha dado un paso clave para defender uno de los recursos más amenazados del siglo XXI: la oscuridad del cielo. Gracias a un nuevo fotómetro instalado en San Antonio —el primero en su tipo en la zona— ahora se podrá medir cada cinco minutos la brillantez del cielo nocturno. Una alianza entre la Universidad de La Serena y el Instituto Comercial Marítimo Pacífico Sur marca el inicio de una vigilancia constante sobre un patrimonio natural que merece ser protegido.