Desde el Laboratorio TARP-02 ubicado en la base “Profesor Julio Escudero”, del Instituto Antártico Chileno, investigadores de la Universidad de Santiago confirmaron hallazgo.
El pasado 10 de enero las partículas en suspensión originadas por los incendios forestales australianos fueron detectadas por primera vez al norte de la península Antártica por investigadores que forman parte de la LVI Expedición Científica Antártica, organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH).
Los patrones de circulación atmosférica y las imágenes satelitales indicaban que estos aerosoles alcanzarían la Antártica en torno a esa fecha, sin embargo, al tratarse de partículas suspendidas a una altura superior a los 5 kilómetros, se requería condiciones de cielo despejado para su detección desde la superficie. Estas condiciones se dieron dos días -el 10 y el 16 de enero- que bastaron para confirmar que parte de la enorme nube de humo generada en Australia estaría llegando al Continente Blanco.
Desde el laboratorio TARP-02, ubicado en la base “Profesor Julio Escudero” del INACH, investigadores de la Universidad de Santiago (USACH) utilizaron parte del sofisticado instrumental que normalmente operan para llevar a cabo una caracterización de la nubosidad del área, equipos que también tienen la capacidad de detectar material particulado. Tanto el LIDAR como el fotómetro de la plataforma, habrían detectado el humo.
El LIDAR es un equipo que emite un haz láser hacia el cielo y mide la luz retrodispersada por los aerosoles en suspensión en la atmósfera. De esa forma, es capaz de determinar la altura a la que se encuentran las partículas, revelando por ejemplo que parte del material particulado se encontraba por sobre los 9 kilómetros el día 16 de enero.
Por otra parte, el fotómetro, un equipo que estima la columna de aerosoles en la atmósfera, a través de la medición de la atenuación de la radiación solar, indicó un espesor óptico de la atmósfera cercano a 0,2 a las 15:00 horas del 10 de enero. Este es un valor muy superior al de 0,05 que corresponde a la atmósfera normalmente limpia de la Antártica.
Estos datos, obtenidos por Fernanda Cabello y Álvaro Constanzo, estudiantes de Física y Geofísica respectivamente, confirmaron que la pluma de humo, originada a más de 12.000 kilómetros de distancia, arribó a la atmósfera antártica.
El investigador polar e integrante del Comité Nacional de Investigación Antártica, Dr. Raúl Cordero (USACH), señala que “en Antártica, el material particulado de la pluma de los incendios australianos se va a ir depositando de forma paulatina, a medida que la nube de aerosoles avanza, así que parte del material particulado se va a ir depositando sobre el hielo. La deposición de la enorme cantidad de material particulado será lenta y podría durar semanas pues este caso es especial; la nube de aerosoles australianos está por sobre los 5 kilómetros de altura, es decir, está sobre las nubes por lo que hay pocas posibilidades de una deposición acelerada de los aerosoles vía precipitaciones”. El monitoreo de este fenómeno continuará durante el verano.
Los datos colectados en la Antártica por parte de los investigadores de la USACH, contribuyen a la Red Global de Monitoreo de Aerosoles y Nubes MPL de la NASA, con los datos obtenidos con el LIDAR. En la Antártica, solo en la base norteamericana en el polo sur es posible encontrar un equipo igual a este. El fotómetro igualmente contribuye a la red de monitoreo global de AERONET, también de la NASA. Los datos colectados son de libre acceso.
Base Escudero – El INACH, organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores, administra la principal estación científica chilena en el continente antártico. La base “Profesor Julio Escudero” fue inaugurada el domingo 5 de febrero de 1995 y su nombre recuerda al destacado jurista que redactó el Decreto Supremo Nº 1747, de 1940, fijando los límites del Territorio Chileno Antártico y que además cumplió una importante labor en la redacción del Tratado Antártico de 1959. La base se encuentra próxima a cumplir un cuarto de siglo al servicio del Programa Nacional de Ciencia Antártica.