De origen de Países Bajos, China y Bélgica son las empresas interesas en el proceso de construcción del megapuerto de San Antonio. Proyecto, estimado en US$ 4.450 millones, que busca triplicar la capacidad del principal terminal del país. Las empresas interesadas pretenden adjudicarse la licitación para las obras de la primera etapa, que contempla el rompeolas, el dragado de la dársena y las obras de acceso