Washington pretende llevar Líbano al “caos creativo” aprovechando las protestas

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Fuente: www.spanish.alahednews.com.lb @alforatprogramaradial

Por quinto día consecutivo, miles de libaneses mantienen concentraciones en el centro de la capital Beirut y otras ciudades del país. Los manifestantes exigen “la caída del régimen”.

Un verdadero “levantamiento popular” estalló la noche del pasado jueves que demanda la salida del poder de una clase política a la que acusa de corrupción y nepotismo.

El detonante fue el anuncio del ministro de comunicaciones, Mohamed Chokeir, de imponer una tasa de 6 dólares al mes a los servicios de mensajería como Whatsapp, que se vio obligado a retirar horas después ante la rebelión callejera.

Pese a que el primer ministro anunció una “carta de reformas”, las protestas siguen en todo el territorio nacional al grito de “Revolución”, presentando una imagen similar a lo que ocurre en Hong Kong y otros países donde “los manipuladores” meten mano.

La noche del sábado, el líder del partido “Fuerzas Libanesas”, Samir Geagea, anunció la retirada de la coalición de sus cuatro ministros y pidió a sus partidarios sunarse a las protestas. “Hemos llegado a la conclusión de que este Gobierno no tiene poder para dar los pasos necesarios para salvar al país de un empeoramiento de las condiciones económicas”, declaró Geagea en un discurso televisado.

Geagea es amigo de Estados Unidos y Arabia Saudita, uno de los príncipes de la guerra y coautor con los israelíes de las horribles matanzas de Sabra y chatila en 1982, fue condenado por la muerte de un primer ministro libanés (Rachid Karame).

Mientras, Hezbolá aseguró que hará todo lo posible para que no caiga el Gabinete, que asumió sus funciones en enero pasado. “Si no encontramos una solución nos dirigiremos hacia el colapso del país, la bancarrota y la pérdida de valor de nuestra moneda”, advirtió Sayyed Hassan Nasrolá, el líder de Hezbolá. “El segundo peligro es una explosión popular”, añadió en un discurso televisado el sábado.

Los analistas opinan que las manifestaciones empezaron de una forma espontánea, pero “manos externas” intervinieron para “alimentarlas” y llevarlas a otro sitio, el “caos creativo” que tanto Washington prometió a los libaneses.